lunes, 25 de abril de 2011

la marimonda




Si un día de carnaval te sientes aburrido, quieres salir a parrandear y no tienes un peso en el bolsillo, la mejor solución es disfrazarse y salir a la calle, que de seguro encontrarás. Exactamente eso fue lo que sucedió con la primera persona que se disfrazó de marimonda: 

“Nació cuando un barranquillero, al no tener dinero para disfrazarse, se le ocurrió vestirse con un saco (parte superior del traje entero o suit), una corbata y un pantalón viejos, puestos al revés y, como careta, un costal de harina al que le abrió tres agujeros, para burlarse del resto de sus conciudadanos. También se dice que es una burla a los funcionarios corruptos del estado. El disfraz, actualmente consiste en un pantalón, camisa manga larga, corbata, saco o chaleco, y una careta hecha con una especie de bolsa de tela con tres huecos, bordeados con tubos rellenos de tela, una nariz muy larga, semejante a un miembro viril, y unas orejas parecidas a las de los elefantes, con figuras de colores. Este disfraz debe ir siempre acompañado de un pito de caucho, conocido como “pea pea”, cuyo sonido destemplado sirve para expresar el derroche y la alegría de quien se disfraza de marimonda. Muy conocido es el dicho barranquillero: “No es nada el disfraz de marimonda sino los brincos que hay que dar” (Fundación Carnaval de Barranquilla, 2009).

Este disfraz no sólo es una representación típica del carnaval, se ha convertido en uno de los símbolos que lo identifican, y quien lo viste representa siempre una sorpresa ante los transeúntes, pues nunca se sabe con qué travesura saldrá para apenar a cualquier individuo descuidado

disfraces del carnaval

Con más de ciento veinte años de tradición, el Carnaval de Barranquilla se ha convertido en una de las fiestas tradicionales más importantes de Colombia, reflejando la cultura e idiosincrasia del pueblo barranquillero, demostrando su capacidad de sobreponerse a sus adversidades, acompasando sus penas y trayendo felicidad y emoción a su vida.
No es un acto de hipocresía ante los momentos de violencia y tristeza, simplemente es una expresión de liberación y de autoconstrucción del autoestima ante la adversidad de una realidad desgastada por las consecuencias de la barbarie, falta de compasión e intolerancia que siempre es vivida en la mayoría de las grandes urbes, que poco a poco pierden la conciencia de lo que “ser humano” significa.
Es un momento del año en el que no existen las clases sociales ni los estratos, no hay paso para el aburrimiento, las fiestas se realizan en cualquier casa, esquina, caseta, espacio público, es una celebración de vida que se extiende por toda la ciudad acogiendo a propios y extraños, uniéndolos en una sola familia.

Pero la principal razón de ser del Carnaval de Barranquilla es una sola: el disfraz.

¿Por qué el disfraz? Porque ese ser humano que lo utiliza quiere quitarse la máscara de la cotidianidad y convertirse en alguien expresivo, prolífico en amor, alegría, esencia de vida, lleno de expresión y abierto a un mundo  especial que le es indiferente durante el resto del año. Detrás de cada máscara existe una persona que cambia durante estos cuatro días, no para ser otra persona distinta, sino para ser él mismo, pero despojado de todo sentimiento negativo. Las máscaras, los disfraces,  el maquillaje exagerado, son todas expresiones de felicidad, tradición, idiosincrasia, que transportan a los visitantes, sin saberlo, a un mundo que los habitantes de barranquilla han venido construyendo durante más de un siglo, especialmente para que las personas entiendan la importancia de ser barranquillero,  lo conozcan y traspasen las fronteras del idioma, de la cultura, credos, política, etc.
Los disfraces no sólo permiten rendir homenaje a situaciones actuales, como lo son la política, farándula, etc., también exaltan la tradición y cultura del pueblo barranquillero a través de excelentes representaciones. Dentro de estas representaciones se pueden destacar tres en particular: Marimonda, Torito y Drácula.
Estos tres disfraces se destacan entro los demás debido a que son fruto del ingenio barranquillero, además de lo que en el argot artístico teatral llaman “performance”                            o interpretación del personaje.

resumen

El Carnaval de Barranquilla es la fiesta tradicional de esta ciudad. Se destaca por la participación de muchas danzas y disfraces. La Marimonda, el Torito y Drácula son muestra de la idiosincrasia del pueblo y su ingenio. La Marimonda es un disfraz de confección popular, nace del ingenio de un barranquillero que no tenía disfraz para ponerse en el carnaval y por eso tomó los elementos que tenía a la mano para hacerlo. El Torito es de origen desconocido, pero es la típica representación de la danza del mismo nombre del barrio Abajo. Drácula fue concebido por Benjamín García, el cual después de 25 años se dejó apoderar de su personaje y casi muerde en el cuello a una adolescente lo cual lo mandó al psiquiatra.